Por ello, el factor principal para nuestro negocio es el número de pasajeros que utilizan los aeropuertos aunque, tan importante como atraer a un número cada vez mayor de pasajeros es tener una operación eficiente. Desde los inicios de la concesión hemos trabajado en mejorar las instalaciones, ofrecer servicios atractivos a los pasajeros, cumplir con los programas de inversiones y a la vez otorgar rendimientos atractivos a nuestros inversionistas —el valor de mercado de la empresa pasó de $11,781 millones a inicios del 2006, cuando se convirtió en empresa pública a aproximadamente $52 mil millones al cierre del 2014. El margen de UAFIDA ha registrado un crecimiento constante: de 47.1% en 1999 a 70.1% al cierre del 2014, el más elevado de la industria.
Los ingresos por servicios aeronáuticos están sujetos a regulación conforme al sistema de tarifas máximas que se aplican a todos los aeropuertos y dependen principalmente de los siguientes factores: volumen de tráfico de pasajeros, número de movimientos de tráfico aéreo, peso de la aeronave, duración de la estancia de una aeronave en un aeropuerto y la hora del día en que ésta opera en el aeropuerto. De esto se desprende que, a mayor volumen de tráfico de pasajeros y aeronaves, mayores serán nuestros ingresos.
Por ejemplo, la tarifa de uso de aeropuertos (TUA) se le cobra a cada pasajero a su salida y ésta se incluye automáticamente en el costo del boleto. A su vez, las tarifas por el aterrizaje y estacionamiento de la aeronave corresponden al uso de los campos de vuelo, los sistemas de iluminación en los mismos y otros servicios de asistencia visual para el aterrizaje. También se hacen cargos por el uso de pasillos telescópicos, salas móviles y aerocares, así como por la revisión de pasajeros y su equipaje de mano, entre otros servicios.
Ante la importancia de aumentar los ingresos aeronáuticos de forma global y a la vez mantener un costo competitivo para nuestros clientes, en GAP buscamos constantemente nuevas rutas y frecuencias para generar economías de escala, además de diseñar estrategias de negociaciόn con las compañías aéreas, capitalizando las ventajas que ofrece cada una de las ciudades y regiones donde operamos. Ejemplos de ello serían Guadalajara, donde somos altamente dependientes del turismo de convenciones, a la cual podríamos consolidar como la ciudad líder en congresos de América Latina, y Tijuana, donde el puente fronterizo próximo a inaugurarse nos abre enormes perspectivas de crecimiento. Otras medidas serían impulsar la conectividad multimodal, como la que se desarrolló en los aeropuertos de Guadalajara y Tijuana, con centros de conexiones que facilitan la comunicación entre autobuses y aviones.